¿Por qué los niños con altas capacidades sufren más acoso escolar?

Hace unas semanas se publicaba un estudio en el que se afirmaba que los niños con altas capacidades tienen tres veces más probabilidades de sufrir acoso escolar. Y es que, parece que tener un coeficiente mayor al de la media conlleva consecuencias, y no solo buenas por desgracia, como el bullying por parte de los compañeros, ya que la mitad de alumnos con altas capacidades lo sufre (concretamente el 50,2%), frente a uno de cada cuatro alumnos con un coeficiente considerado dentro de la media.

Pero no solo hay que hablar de acoso escolar, sino que estos niños también tienen tendencia a sufrir un mayor estrés, nerviosismo, ansiedad y depresión a causa del comportamiento abusivo de sus compañeros, y en general, una menor calidad de vida que afecta directamente a su salud.

Estas son algunas de las conclusiones del estudio realizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), pero para saber cómo son los niños con altas capacidades y cómo hacer frente al bullying en las aulas, hemos hablado con Unai Aso, psicólogo especialista en temas de salud.

Cuáles son los rasgos característicos de los alumnos con AACC

“Para valorar la existencia de altas capacidades (AACC) se debe realizar una evaluación específica de las habilidades cognitivas y creativas del niño, así como de otra serie de aspectos emocionales, sociales, de estilo de aprendizaje, etc”, nos cuenta el psicólogo. Y nos enumera cuáles son los rasgos característicos de los niños con altas capacidades.

  • Desarrollo precoz del lenguaje.
  • Mayor capacidad y rapidez de aprendizaje (respecto a sus pares).
  • Gran capacidad de observación, concentración y curiosidad.
  • Predominio del pensamiento lógico y formal.
  • Gran capacidad artística y creatividad.
  • Alta sensibilidad emocional
  • Se muestran enérgicos y activos, o, por el contrario, se aburren rápidamente (dependiendo de la tarea).
  • En ocasiones muestran un comportamiento obsesivo y rígido.
  • Sienten gran frustración en contextos poco estimulantes o ante la falta de progreso.

Quiénes primero se suelen dar cuenta de que el niño puede tener algún rasgo que denote una inteligencia mayor a la media suelen ser los padres y profesores, pero “lo ideal es poder realizar una valoración formal por parte de un psicólogo educativo. Este profesional llevará a cabo un test de CI (Coeficiente Intelectual) y realizará un informe detallado del aprendizaje avanzado del menor, que se centrará en sus dotes académicas, pero también en las sociales y emocionales. Asimismo, se implementarán pruebas estandarizadas de alfabetización o aritmética, entre otras”, explica el experto.

Fuente: hola.com

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