La historia del tricampeón mundial de taekwondo: “Sufrí bullying”

Ariel Ibarra, conocido como “Duende” es tricampeón mundial en taekwondo y cuenta su historia como nunca antes. Entrevistado por Alta Nota, habló de su “mentalidad de ganador” y dijo “no creo en el fracaso, eso es inventado. Yo sé que puedo perder, pero mi mentalidad siempre es de un tipo ganador”.
En este episodio de Alta Nota conocemos la otra cara del tricampeón mundial de taekwondo. Ariel “Duende” Ibarra participó de cinco mundiales y en todos ellos trajo una medalla. Tiene 41 años y desde los 5 practica este deporte.
Reconoce que hoy se encuentra en su mejor momento: en su mejor momento como padre de Alina y Dylan, en su mejor momento como coach y atleta. “Física y mentalmente me siento pleno”, dijo entrevistado por Gustavo Altamirano.
“La primera vez que logré quedar en la Selección y estar dentro de un mundial, lloré como un nene. Miraba la ceremonia de inauguración y sabía que era el sueño de todo atleta; decía “no lo puedo creer”.
LA MENTALIDAD DEL DEPORTISTA
“Ganar o perder es una cuestión de experiencia del momento. Nosotros los guerreros entendemos que eso te abre otra puerta. Ganar te hace posicionarte en un lugar donde tenés que entrenar con todo porque habrá otros que quieran ganarte y si perdés, tenés que doblegar esfuerzos de entrenamiento y mentalidad. Eso te hace crecer”, dijo.
“Ganas más perdiendo porque empezás a conocerte, empezás a entender cuáles son tus errores. Cuando ganas, solo ves el triunfo y lo que está bien en vos, pero no te das el espacio a la autocrítica”, reflexionó en Alta Nota.
EL FRACASO
Ariel dijo que no cree en el fracaso. “El fracaso es algo inventado”, aseguró. Sostuvo que, en el deporte de alto rendimiento, el 80 por ciento es mental y el 20 por ciento es físico, aunque recalcó que lo espiritual es el plus “que te hace ser un campeón”. “Vos podés perder, pero sentirse fracasado quiere decir que vas a perder siempre y que eso no es para vos. Caes en algo muy calamitoso y te lleva a dejar eso que estás haciendo o te deja de gustar”.

“No creo en el fracaso, yo sé que puedo perder, pero mi mentalidad siempre es de un tipo ganador. Entonces, si yo pierdo, igual gano”.
LA HISTORIA: SU INFANCIA Y EL BULLYING
Como nunca antes, el campeón mundial de taekwondo contó cómo fueron sus comienzos. Arrancó desde muy chico a practicar varios deportes por su hiperactividad. “Jugaba al básquet y ahí me pusieron el apodo de “Duende” porque cuando te dabas vuelta, estaba yo”, dijo entre risas. “El deporte en general es lo que me hizo ser lo que soy hoy”, reconoció.
Haciendo una regresión, dijo que volvería a sus 13 o 14 años para alentarse a sí mismo. “Me faltaba quizá la ayuda de alguien para afirmarme lo que yo era. Era un pibe que sufría mucho bullying. Yo siempre fui un animal, pero sufrí mucho”.

“Me hacían bullying porque era más petiso, porque mis padres tenían una posición económica que no me permitía comprarme cosas o lograr estar en un estatus social alto como mis compañeros”.
“Si tengo que ir para atrás, quizás elija remontarme en ese momento y decirme ‘no importa lo que tenés, ni tus zapatillas. Importa lo que sos y que creas que podés hacer cualquier cosa con tus manos y tu corazón”, cerró muy emocionado.
Fuente: radiosudamericana.com