Qué es el grooming y qué podemos hacer para que nuestros hijos estén seguros


Es cada vez a una edad más temprana que los niños entran en contacto con internet y las redes sociales, y mientras esto es solo una consecuencia de la integración de la tecnología dentro de nuestras vidas, tiene un aspecto peligroso del que es importante estar concienciado.

El problema de que los niños o adolescentes comiencen cada vez antes a usar redes sociales e internet es que en muchas ocasiones no están preparados y no son conscientes de los peligros a los que se enfrentan. Uno de los más peligrosos, sobre todo porque es uno de los más comunes es el grooming, que se refiere al acoso online por parte de un adulto a un niño, niña o adolescente y normalmente tiene un carácter sexual.

Hay diferentes niveles de grooming, pero todos parten desde el mismo sitio, que consiste en que el adulto establece una relación con el menor de edad. En la mayoría de los casos, este se hace pasar por otro menor de edad cuando en realidad es un adulto y poco a poco se va ganando la confianza de la víctima.

Su objetivo es crear un vínculo con el menor y poco a poco ir alejándole de su círculo de confianza (familia o amigos) para crear una relación de secretismo e intimidad. Esto no es algo aislado, y es que según los datos de Save The Children, en 2019 uno de cada cinco menores había sufrido este tipo de acoso.

Antes de actuar, el groomer se tiene que asegurar de que nadie más conoce la relación que han entablado, y una vez que está seguro comienza a introducir el sexo en sus conversaciones, poco a poco va subiendo el tono de los mensajes y aquí es donde comienza la fase final.

Aquí empieza la manipulación, las amenazas, el chantaje o la coerción para que la víctima le envíe contenido sexual, le relate fantasías sexuales o en el caso más extremo se dé un encuentro físico sexual.

Cómo prevenirlo

El principal problema que tiene este tipo de acoso es que, en la mayoría de los casos las víctimas no son conscientes del peligro al que están expuestos. Por ello la forma más eficaz para luchar contra este tipo de violencia sexual es prevenir, y ello se hace educando al menor en varios aspectos.

Lo primero será darle una educación afectivo-sexual, que forme al menor en materias de sexualidad, lo que está bien o lo que está mal, para después formarle en un uso seguro y responsable de las herramientas digitales.

Recuerda que los niños no son conscientes de la magnitud del peligro, por lo que siempre son víctimas y es necesario que siempre les mostremos nuestro apoyo y comprensión.

Fuente: eleconomista.es

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